Los viajes me inspiran, de eso no hay duda. Este simpático fauno me lo encontré en un sombreado rincón junto a una de las piscinas de la piscifactoría del monasterio de San Salvador, en Oña, Burgos. Un lugar más que interesante para visitar, tanto por su historia y arquitectura como el maravilloso entorno natural que lo rodea.
Ni que decir tiene que me enamoré de esta pequeña
escultura en cuanto la vi. Saqué la foto y la guardé. Sabía que con el tiempo
este personajillo aparecería en alguna de mis historias. ¡Y ya veis! ¡Aquí
está! En el "Baile de las Quimeras", convertido en el fauno
Cristelín de los cuentos infantiles de Milton, pero conocido como Cristelmín en
el relato que Yerina deja como valiosa herencia a su hijo Íríam.
Pero, ¿"El Baile de las Quimeras" no era
una novela de ciencia ficción? ¡Así es! Pero también es mucho más: fantasía,
misterio, drama, costumbrismo, terror... ¿A qué esperáis para descubrir todos
sus secretos? Una buena opción de lectura para estas vacaciones que se aproximan.
Y no fue el fauno lo único que saqué del
monasterio para utilizar en Quimera. Los nombres del matrimonio Onata, Tigridia
y Aturio, también proceden de allí. Me resultaron tan curiosos que no pude
menos que apuntarlos. Para que luego digan que me invento unos nombres muy
raros. 🤣🤣
Bueno, sí algún día leéis la novela, ya me
contaréis qué os parecieron estas incorporaciones. 😎
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