Los venti
son un pueblo libre y de arraigadas tradiciones. Despreciar o desperdiciar la
comida sobrante se considera un delito entre estas gentes de las praderas.
Conseguir alimento que poner en la mesa es un trabajo lo suficientemente duro y
agotador, como para valorar cada bocado en su justa medida. Antes reventar
que tirar, es un dicho muy común entre los Clanes.
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