lunes, 17 de febrero de 2025

Bestiario 7. Bogo


Ilustración: Diego Tovar @soydito


Animal vertebrado / Mamífero / Herbívoro

 

Descripción:

Los bogos son animales terrestres de gran envergadura. Tal vez los más grandes de Aurrimar. Algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta cuatro metros de alto y superar las 12 toneladas de peso.

Sus cuatro patas, robustas como columnas, no les permiten desarrollar demasiada velocidad. Son lentos y pesados.

La piel es gruesa, rugosa y áspera, de color grisáceo, más oscura en los machos. Estos poseen, como diferencia fundamental con las hembras, un pequeño penacho negro en la cabeza que pueden mover como si fuera una extremidad más, y casi a la misma velocidad que la pequeña cola rematada con los mismos pelos duros y gruesos.

Aunque son bastante dóciles y fáciles de domesticar, su aspecto afable y algo bobalicón no debe llevarnos a engaño. Son animales peligrosos, irascibles cuando se encuentran en celo o cuando las hembras protegen a sus crías. Su arma es su tamaño. No tienen depredadores conocidos.

Poseen afilados incisivos para cortar la hierba y anchos y grandes molares para triturarla.

Orejas grandes y caídas. Muy sensibles a los cabios térmicos, les ayudan a regular la temperatura y a amplificar los sonidos a su alrededor. Pueden escuchar el bramido de los suyos a kilómetros de distancia. El oído es su sentido más desarrollado.

Sus ojos son pequeños y redondeados, muy vivaces.

Sus períodos de gestación son largos y peligrosos. No todas las crías nacen con vida. Es por ese motivo por el que su número no crece de manera incontrolada al carecer de depredadores naturales.

Hábitat:

Su hábitat se sitúa en las grandes planicies que conforman la cuenca del río Mitalter, donde se mueven en libertad en pequeños grupos familiares. La abundancia de agua y plantas herbáceas hace de ese lugar paraíso de los bogos.

Son las gentes de esa zona las que han encontrado un negocio floreciente en su cría y protección. Seleccionan los animales más fuertes y dóciles para su venta en los principales mercados del Continente. Los bogos son apreciados por su fuerza, mansedumbre y versatilidad. Son utilizados, tanto en la agricultura, como en el transporte por tierra de mercancías pesadas y voluminosas, materiales de construcción e incluso en la minería. Un bogo bien entrenado puede alcanzar un precio casi tan alto como un buen caballo de carreras.

Sus cuidadores los guían propinándoles pequeños golpes y aguijonazos tras las orejas con una vara larga rematada con un aguijón, llamada “gurilla”.


 

El penetrante bramar de los agotados bogos, quebraba la engañosa tranquilidad que imperaba durante las primeras horas de la tarde en las profundidades de aquel impenetrable e inmenso bosque. Los trabajos de desmonte se sucedían a un ritmo desesperadamente lento. Hacía tres días que habían abandonado la seguridad del campamento, y apenas habían logrado avanzar unos escasos kilómetros por la espesura.

Lancer se secó con el pañuelo el sudor que corría por su rostro, como si una fina lluvia lo acabara de empapar. Escupió con disgusto y desaliento al contemplar cómo uno de los habitualmente dóciles animales, cabeceaba y remoloneaba cuando su guía intentaba obligarlo a arrancar un enorme y podrido tronco que obstaculizaba el avance. El denso y húmedo calor, unido a las largas jornadas de extenuante actividad, estaba minando la resistencia y la paciencia, tanto de los bogos, como la de los hombres que los guiaban.

Pese a las dificultades que el extenuante trabajo implicaba, el capitán del Rumor Clandestino daba gracias a los dioses por la previsión de Adi. Traer a semejantes bestias en el viaje había resultado todo un acierto. Su enorme envergadura apartaba y quebraba la mayor parte del ramaje que se interponía en su avance. Sus cuatro poderosas patas, aplastaban y pulverizaban todo aquello que tuviera la mala suerte de encontrarse bajo ellas. Abrían, de este modo, una senda que, aunque angosta y precaria, permitiría el avance de la expedición y su pesado equipo. Con un medio de transporte tradicional, el convoy se habría visto bloqueado nada más emprender la marcha por el Bosque de las Sombras.


"Aurrimar. La leyenda del Dios Errante. Vol. 2"

Yolanda Martín López 

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