El desierto de Zahrs es el primer escenario con el que os vais a encontrar en Aurrimar. La leyenda del Dios Errante. En él trascurre prácticamente la totalidad del Libro I titulado Tulos.
Y no,
no es casualidad que esto sea así. La idea de este relato surgió tras un viaje
a Jordania que realicé en 2009 con dos de mis amigas. Conocer Petra siempre fue
uno de mis grandes objetivos; uno de esos sueños que tienes que realizar antes
de morir sí o sí. ¡Lo logré! Tres días correteando por tan glorioso enclave que
no olvidaré jamás. Sus gargantas, sus templos, sus infinitas escaleras talladas
en la roca, el desierto que la rodea, los increíbles colores de sus rocas y
arenas, sus gentes… ¿Os imagináis todo eso estando prácticamente solas? No nos
lo podíamos creer. No hay nada como madrugar un poquito jajajajaja… Pero
Jordania es mucho más. Aún nos quedaba por visitar lugares tan emblemáticos
como el Mar Muerto o Wadi Rum, un hermoso desierto que no por casualidad aparece
en multitud de películas. ¿Cómo no me iban a inspirar semejantes parajes?
Al
regresar del viaje ya tenía en mente lo que sería el inicio de un relato corto
destinado a servir de ambientación para un juego de rol que pretendía crear con
mi amigo @frikypanzer. Comenzaron así las aventuras de los dos hermanos, Meda y
Karimo, en el desierto de Zahrs. La historia fluía con inusitada facilidad,
como si tuviera vida propia y siempre hubiese estado en mi mente esperando salir.
Me parecía algo tan increíble e incomprensible… Apenas daba crédito a lo que me
estaba sucediendo. Parecía poseída por algún espíritu creador que hasta
entonces había permanecido adormilado sin dar señales de vida. Nunca imaginé
que terminaría escribiendo una novela; no era algo en lo que hubiera pensado.
Escribir no era lo mío. Pero ya veis, la historia de los dos hermanos se fue
alargando hasta que tuve unas noventa páginas. Demasiado largo para ambientar
una partida y demasiado corto para una novela. Entonces se me encendió la
bombilla: ¿Y si lo mezclo con los otros relatos que ya tengo escritos?
Dicho y hecho. Comencé a idear un mundo en el que pudieran tener cabida
emplazamientos tan variopintos. Una vez esbozado, agité la coctelera y esperé a
ver qué surgía. ¡Increíble!
Todo comenzó
como un hobby, un extraño pasatiempo que de repente absorbía todo mi tiempo y
me proporcionaba un estado de felicidad que pocas veces había alcanzado con
anterioridad. Ocho años duró la aventura. Ocho largos años desde que todo
empezara allí, en Petra, entre sus rosadas paredes y sus cálidos anocheceres.
Ocho años de intenso trabajo para ver por fin el resultado: una trilogía
titulada “Aurrimar. La leyenda del Dios Errante”.
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