sábado, 3 de abril de 2021

Buscando inspiración 5. Bilaboo

En ocasiones, resulta complicado buscar nombre propios para todas las localizaciones que aparecen en una novela tan extensa como es “Aurrimar. La leyenda del Dios Errante”. Los personajes de esta compleja trilogía se desplazan continuamente por las diferentes tierras que conforman lo que es conocido como el Continente. Ya sea en barco, a pie o a caballo, sus emocionantes aventuras nos llevarán inevitablemente a conocer todos y cada uno de los enclaves que aparecen en el mapa al comienzo del libro.

En dicho mapa, se encuentran bien señalizadas con una estrella, las ciudades portuarias que forman parte de la Confederación de Puertos, dirigida por la poderosa Cofradía, y que a su vez, está compuesta por los más ricos e influyentes comerciantes y armadores de los Siete Puertos.

Bilaboo es uno de esos puertos, el más pequeño, pero no por ello menos importante, debido sobre todo a su estratégica situación geográfica. Asentado en la parte más oriental del extenso brazo de mar conocido como La Lengua, son sus barcos los que mantienen el comercio abierto con la vecina e independiente (y en ocasiones belicosa) Samia. Además, es el último puerto de la Confederación en el que poder avituallarse antes de iniciar la peligrosa travesía a través del paso denominado El Nido, que da acceso a la misteriosa Laguna Escondida y al puerto lacustre que la controla: Guerhotia.

Bilaboo es también conocido por la maestría de sus artesanos (que proporcionan prestigio y riqueza a la ciudad) y por la bulliciosa animación que abarrota sus estrechas calles. Se trata de una ciudad eminentemente estudiantil, con mucha gente joven siempre dispuesta a aprender y a divertirse. Sus Centros de Formación, Academias y Escuelas, no son tan reputadas y afamadas como las de Nublia o Puerto Crucero, pero sus precios son mucho más asequibles, lo que permite a las clases menos favorecidas acceder a una educción superior de calidad.

¿Y de dónde procede el nombre de Bilaboo? ¿Cómo se me ocurrió? Muy fácil. Vivo cerca de Bilbao y es allí donde realicé mis estudios universitarios. Solo tuve que añadir una letra y cambiar otras de posición y… voilà, ya tenemos a la capital vizcaína convertida en un exótico puerto situado en un mundo mágico llamado Aurrimar.

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